El pasado 4 de diciembre, US Technologies, empresa asociada a la AMDM, realizó en colaboración con la asociación un webinar especializado enfocado en los beneficios técnicos y operativos de los aceites de corte directo. La sesión fue impartida por el Dr. Saúl Romay Merecias Aparicio, quien abordó los fundamentos para mejorar la productividad y prolongar la vida útil de herramientas e insertos en procesos de mecanizado.

El Dr. Romay inició explicando que los procesos de mecanizado con arranque de viruta demandan condiciones óptimas de lubricación, control térmico y limpieza para garantizar precisión, productividad y durabilidad en las herramientas. Operaciones tan comunes como el torneado, el taladrado y el fresado dependen directamente del desempeño del fluido de corte empleado.

En el webinar se enfatizó el uso de aceites de corte directo, diferenciándolos de los aceites solubles. Mientras los solubles requieren mezcla con agua —aprovechando su alta capacidad de enfriamiento— los aceites de corte directo no contienen agua y están formulados con bases lubricantes y aditivos específicos. Esto les permite ofrecer una lubricación superior, mejor protección contra desgaste y acabados más finos en la pieza trabajada.

El especialista abordó los criterios para seleccionar el aceite adecuado: velocidad de corte, avance, profundidad de mecanizado, dureza del material, viscosidad requerida y restricciones químicas, entre otros. Asimismo, detalló la función de aditivos esenciales como antioxidantes, inhibidores de corrosión, componentes de lubricidad y aditivos de extrema presión (EP), indispensables para operaciones severas.

Un punto clave fue la diferencia entre productos con azufre activo y azufre inactivo. El azufre activo se recomienda para aceros y materiales de alta dureza, mientras que el inactivo es ideal para metales amarillos como cobre, bronce y latón, ya que evita manchas y corrosión superficial.

El webinar concluyó destacando que el uso correcto de aceites de corte no solo prolonga la vida útil de las herramientas, sino que también reduce retrabajos, mejora la eficiencia energética y disminuye costos operativos, consolidándose como un elemento estratégico para la productividad de cualquier proceso de mecanizado.